La franquicia de las Teenage Mutant Ninja Turtles ocupa un lugar muy especial en mi corazón al ser la última serie de muñequitos, juguetes y videojuegos que seguí arduamente antes de dejar atrás ese elemento de mi niñez para convertirme en adolescente, solo para que muchos años después vuelva a retomar esa costumbre como hobbie 😉

Por mucho tiempo consideré a las tortugas como una de esas series que el tiempo azotó con todas sus fuerzas. Esto se nota especialmente en la falta calidad de su primera serie animada y en sus películas, a pesar de que la primera parte fue buena y la película de Michael Bay, aunque sufre por una historia fatal, por lo menos sí captura la esencia de los personajes.

Sí, por varios años hubo otra serie animada que la crítica tildaba de buena, y una película animada en 3D del año 2007, pero a pesar de darle la oportunidad a ambas entregas ninguna de las dos fue suficiente para que volviera a tomar en serio a las tortugas.

Eso continuó hasta que me senté a ver las dos primeras temporadas de la nueva serie de Teenage Mutant Ninja Turtles producida por Nickelodeon Animation Studios y, honestamente, quedé enganchado.

El principal obstáculo que evitaba que viera la serie era la animación. Solo le había echado un vistazo a los nuevos diseños de los personajes en algún artículo, o había visto algún clip en YouTube, pero no me parecía muy apetecible. No fue hasta que me senté a ver el programa que pude captar, entre los momentos de acción y de chistes, sus sutilezas.

Más que en la película en 3D del 2007, los nuevos diseños hacen que sea más fácil diferencial las tortugas sin necesidad de fijarse en el color de sus antifaces, y sin tomar en cuenta que no veo la necesidad de que esta encarnación Casey Jones haya perdido casi todos sus dientes, creo que jugando hockey, los diseños están muy bien. También es increíble como la animación, que a veces mezcla el 3D con el 2D, refleja los puntos clave de la trama de cada episodio, ya sea utilizando elementos de animación japonesa para momentos jocosos o haciendo leves cambios en las caras de las tortugas durante los momentos de acción o suspenso. Asimismo, las secuencias de las peleas son excelentes y fluidas.

Otro elemento que pienso que el show maneja muy bien es la trama y el desarrollo de las tortugas y los demás personajes. Aquí los héroes no son perfectos, son adolescentes que a veces cometen errores fatales y que aprenden de ellos. Los personajes crecen, cambian y se vuelven cada vez más interesantes. No solo las victorias son difíciles de alcanzar, en cualquier momento las tortugas pueden sufrir una derrota colosal. Pero eso no importa, ver como se niegan a rendirse y se esfuerzan para supera el fracaso ha sido material para muchos excelentes episodios.

Y tampoco se puede ignorar que muchos episodios contienen sutiles referencias a las otras entregas de la saga de las tortugas: por ejemplo, el ringtone de los celulares de las tortugas (sí, las tortugas tienen sus propios celulares) es la música temática de su primera serie animada. Es tanto así que en un episodio visitan la dimensión donde habitan las primeras tortugas ninja animadas.

Honestamente, esta serie ha sido un descubrimiento muy agradable, no solo porque es un show de calidad (un detalle que vale la pena resaltar otra vez) sin importar la edad del espectador, sino porque por fin veo algo que me ayuda a recordar porque me encantaron estos personajes hace tantos años atrás.