Aunque no todo lo que hace es oro, normalmente cuando Steve Carrell participa es una serie o película uno se puede preparar para reírse a carcajadas con sus comedias, llorar con sus dramas o debatir mentalmente por varios minutos si vale la pena continuar viendo dicha serie o película cuando se trata de uno de sus desaciertos. Cuando vi el tráiler de SPACE FORCE, la más reciente producción de Carrell creada exclusivamente para Netflix, no estaba seguro si iba a ser una gran comedia o una gran pérdida de tiempo. De todas formas decidí arriesgarme y vi la primera temporada de este nuevo show.

En SPACE FORCE vemos que el general Mark R. Naird (Steve Carrell) ha sido seleccionado para crear una sexta rama de los servicios armados de los Estados Unidos: la Fuerza Espacial. Naird tiene que enfrentarse a esta gigantesca tarea junto a un equipo compuesto por excéntricos personajes como el científico Adrian Mallory (John Malkovich), y el director de redes sociales F. Tony «Fuck Tony» Scarapiducci (Ben Schwartz), a la vez que tiene que lidiar con Maggie(Lisa Kudrow), su esposa que está en prisión, y los problemas de su hija Erin (Diana Silvers).

SPACE FORCE fue creada por Carrell junto a Greg Daniels, reconocido escritor, director y productor norteamericano que también fue cocreador de las series THE OFFICE (2005), PARKS AND RECREATION (2009) y KING OF THE HILL (1997). Carrell y Daniel se conocieron trabajando en THE OFFICE y la idea de este proyecto surgió cuando el presidente Donald Trump anunció su plan de separar el Comando Espacial de la Fuerza Aérea para crear propia rama llamada Fuerza Espacial de los Estados Unidos y así poder contrarrestar a China y Rusia. Al enterarse de esto, Daniels llamó a Carrell por teléfono para preguntarle si quería hacer una serie de comedia llamada SPACE FORCE. Carrell aceptó de inmediato, porque para ellos, tanto el nombre como el concepto parecían inherentemente absurdos. Lo más interesante es que Netflix no dudó en registrar el nombre de «Space Force». La administración Trump creó la Fuerza Espacial, pero cuando trató de registrar el nombre descubrió que no podía porque Netflix lo había hecho primero.

A nivel técnico se nota que se hizo una buena inversión ya que la serie cuenta con un buen trabajo en cuanto a aspectos como vestuarios, escenarios, locaciones y extras. En cuanto a los efectos visuales también se puede apreciar un esfuerzo aceptable, lo cual es muy importante cuando se trata de un show que incluye escenas en el espacio, aunque no todos los efectos están muy bien realizados.

La primera temporada de SPACE FORCE cuenta con una historia muy simple y que tiene ciertas similitudes con THE OFFICE, pero no deja de ser algo original. Aunque esta serie inició como una sátira y crítica del gobierno de Trump, especialmente la decisión de inicial este programa espacial, el humor no toma suficientes riesgos y de vez en cuando es demasiado obvio y sonso. De todas formas, hay un buen trabajo con el desarrollo de los personajes y la trama general, aunque simple, es muy llamativa y graciosa. Un detalle que no funciona es la forma que concluyen la temporada porque parece como si los productores estuvieran gritando “¡Por favor! ¡No sean malos! ¡Dennos una segunda temporada!”.

Uno de los puntos fuertes de esta serie es su elenco ya que está compuesto por actores como el mismo Carrell, John Malkovich, Ben Schwartz, Lisa Kudrow, Diana Silvers y Don Lake. Todos hacen un excelente trabajo pero hay que destacar la química que existe Carrell y Malkovich que surge a través de la amistad/rivalidad que existe entre sus personajes. También sobresale el trabajo de Lake y Schwartz, también conocido como la voz de personajes animados como Sonic, el pato Dewey (sobrino de Donald) y Leonardo (la tortuga ninja, no el artista).

SPACE FORCE es un show que tiene el potencial de ser mucho más de lo que vimos en su primera temporada, aun así, es una serie con un contenido interesante, entretenido y que a veces resulta ser increíblemente gracioso. Mejor aún, como solo tiene una temporada,  no hay que invertir mucho tiempo para ponerse al día.